El día de Y.

Otra vez más vuelvo a repetiros que Y es una persona genial. Escucha cuando quiere y tiene que escuchar y habla siempre que tiene algo que decir. Lo mejor de todo es que sabe buscar su momento perfectamente y sabe decirte las cosas sin que te sientas atacada o mal por ello. Tiene tacto.

Hoy es su día. O bueno, dentro de 25 minutos exactamente lo va a ser. Pero yo me adelanto a todo, porque no sólo porque hoy sea hoy le voy a decir y mandar todo este mi cariño, sino que todos los días voy a darle más y más. Porque se ha convertido en algo grande dentro de mi, que quiero que siga creciendo y que me acompañe muchos años.

Pásalo genial hoy Y, es tu día, haz del resto del año, los tuyos también. Escribe una historia sin pensar en su final. Improvisa y vive en vez de sobrevivir.

L es una persona excepcional.

Dicen que cuando tocas fondo ya solo queda mejorar. Que cuando algo cambia, es por una buena razón que lleva a algo bueno, en la mayoría de los casos. No todo el universo se resume en Cajas Tristes, y el bien y el mal, pero quizás nos intentamos refugiar en esto. Que algo aparentemente malo nos lleva a algo bueno o, al menos, mejor que lo que tenías.

Cambio significa evolución. Decir adiós, puede significar decir, poco más tarde, hola. Significa agacharse para volver a levantarse erguido, cada día con más fuerza.

Hay veces que las cosas se caen por su propio peso, pero tras un tiempo vuelven a flote. Quizás sea esto lo que esta pasando. Quizás si, quizás no.

Te quiero L, mucho mucho mucho.

El día de A.

Hoy es 17 de mayo de 2012, Hoy es el día de A.

Creo que está siendo especial, o al menos estamos intentando que lo sea. Tampoco tiene que ser sólo cosa de un día. Creo que últimamente bastante gente, en la que me incluyo, está intentando hacerla cada día un poco más feliz. Aunque a veces, yo personalmente, la use de confidente... 

Tengo que pedir perdón a A, por haber hecho lo que hice, o lo que hicimos en gran parte, un pequeño grupo. Siento haberte complicado en gran o menor medida tu vida. Ahora ya no se como compensarte. Quería que supieses esto, sobretodo en un día como este, que cuando volvimos a empezar de nuevo, de poco se me cae la cara de vergüenza, hay que admitirlo. Se que no eres una persona rencorosa, y que no me odias por esto, aunque tus motivos tendrías.

Dejando a parte todo lo que te debo y te deberé siempre, por lo pasado, lo presente y lo que falta por llegar. Te deseo que tu día sea lo más fácil y llevadero posible, aunque pasado por pilas y pilas de apuntes. Yo, aquí desde mi cama, enfermita, te digo que te requete-quiero, y que espero verte ya! Este sábado va a ser inolvidable, tal y como te prometí. Pero intentaremos que también lo sean el resto de tus días, hasta que se acaben.